A pesar de seguir un poco enfermos, bajámos a desayunar y luego salimos a visitar la ciudad. Tómamos el metro dos estaciones y visitamos el museo de Franz Kafka, una exposición con algunos manuscritos originales instalados de una manera increíble. Luego caminamos por el puento de Carlos IV, un puente peatonal lleno de estatuas, y que lleva directamente al centro de Praha, donde vimos el Reloj Astronómico, comimos un poco de jamón en un mercadín navideño, y luego regresamos a ver el show del reloj ... un tanto "dissappointing". Total seguimos caminando y para nuestra suerte la Catedral estaba cerrada ese día, pasamos a comer al centro comercial Palladium donde compramos a Asterix y Obelix en peluche. Visitamos la vieja-nueva Sinagoga (me tocó gorrito), íbamos a caminar al Castillo, pero erré el camino y luego erré el tranvía y total que nos cayó la noche y el cansacio y regresamos al hotel. Pero apenas eran las 5:30 así que salimos a cenar y fuimos al Ikea. De regreso pasamos otra vez al centro (obviamente después de errar un par de veces en el camino...), estacionamos el coche y caminamos un rato más.