Mi sensación de Matkel ha sido que es un pueblecito perdido en mitad de ninguna parte. Jamás había oído tanto silencio que junto con el día gris y lluvioso de hoy le dan un look fantasmagórico al lugar. Me quedo con el haber conocido una lugareña en el autobús que me explicaba que su casa era la de los zurcos de madera fuera. La foto que acompaña esta entrada da fe! Me imagino que en verano será otra historia pero en invierno no vale mucho la pena lle...

Pequeño pueblecito pintoresco. No tengo muy claro si vale la pena ir a no ser para decir que has estado en Edam y comprar queso en el origen. Si se coincide en la feria del queso en verano es otro cantar...

Bonito, bonito y bonito, aunque sea en invierno y llueva. Curioso pueblecito lleno de encanto, tiendecitas y como no, queso. A tener en cuenta que no se puede ir en barco a Markel en invierno, la parte buena de viajar en noviembre es que no está masificado, sobre todo si llegas pronto por la mañana. Algo diferente a solo media horita de Amsterdam en transporte público. Vale mucho la pena.

Callejeando por el centro de Amsterdam con el frío de compañero -cuatro grados dicen aunque cuando llega la racha de aire parece que es bastante menos- Así que bien bien abrigados hemos visto el mercado de las flores, otros mercados en los que se vende de todo -absolutamente flipante- canales por doquier, plaza Dam, barrio rojo, coffee shops con muy poco café y mucho canabis...Como mínimo curioso. Ciudad bonita, semejante a Brujas, pero caótica en cuanto ...

Montalcino y Montepulciano ambos con vinos de denominación de origen. El primero Brunello, el segundo Novile. Dos pueblecitos de corte medieval con calles tan empinadas que hacen temblar las leyes de la física que viven por y para,con exclusividad, de sus vinos. Vale la pena disfrutar del camino hasta llegar allí, sin duda el paisaje es lo mejor de la jornada.