Dado que todavía era muy temprano, nuestro cuarto no estaba listo. Así que salimos a caminar y para empezar a familiarizarnos con la ciudad el primer destino fue la Piazza di Spagna. Tomamos el metro en Termini, la central de transportes en Roma, y tres estaciones después llegamos. Saliendo del metro se encuentran las Escaleras de España (Scalinata della Trinità dei Monti). A esa hora el calor ya empezaba a ponerse divertido, así que compramos un Gelati. Luego, como no teníamos nada planeado, caminamos a la Piazza del Popolo y de ahí tomamos la Via del Corso, calle para hacer shopping. Llegamos hasta la Colonna di Marco Aurelio y entramos a una librería subterránea. Luego fuimos a la Fontana di Trevi, que se encuentra (junto con muchos otros monumentos) en remodelación. Por lo tanto no pudimos admirarla en todo su esplendor. Siguiendo por la Via XX Settembre, llegamos a la Piazza de la Repubblica y entramos a la Basilica de Santa Maria degli Angeli. Y de ahí regresamos al hotel.

El sábado empezamos el día en el Coliseo, el "saltarse" la fila con el RomaPass fue maravilloso, después fuimos al Palatino, desde donde se puede observar el Circo Massimo. Aquí se encuentra la casa donde nació Augusto, primer emperador romano. Dentro del mismo complejo se puede llegar al Foro Romano. Toda esta es una zona arqueológica algo extensa para verla en un único día. Saliendo caminamos al Musei Capitolini. Al finalizar la visita del museo ya estábamos exhaustos, así que para descansar un poco tomamos un camión y lo convertimos en turibus.