Y...salimos! Cuando parecía que ese día no llegaría nunca y cuando por momentos no queríamos que llegue.. llegó; y nos fuimos...con esa sensación que deja toda despedida pero con la emoción de lo que se venía por delante. Así el jueves 5/3 a las 21.55 salimos rumbo a Los Ángeles, California. La sensación del despegue creo es lo que te permite tomar conciencia de que realmente eso está sucediendo y estás comenzando un viaje largo del cual seguro no volverás siendo la misma persona... y en ese momento sólo se me dio por pensar en las cosas que quería dejar en ese lugar para comenzar un viaje con los sentidos bien alertas y dispuestos a aprender y disfrutar mucho! Como varios me dijeron antes de partir...me puse el "chip del disfrute" :) Viajamos 9 hrs hasta Miami y ahì cambiamos de avión y viajamos como 6 hrs más hasta llegar a LA. Ver la ciudad chata desde el avión, con sólo un centro de altos edificios, nos aceleraba las ansiedades. Cuando llegamos recuerdo que la primera reacción fue de alegría por el clima cálido que nos esperaba. Estábamos preparados para una temperatura mucho más baja, pero afortunadamente un sol espléndido nos recibió. Lo primero fue buscar como carajo llegábamos a la casa de Andy, el couchsurfer que habíamos conseguido. Te podrás imaginar que Los Ángeles siendo la segunda ciudad más poblada de todo Estados Unidos no es un lugar sencillo como para caer con el nombre de una persona anotadito en un papel y encontrarlo así como así. Si bien teníamos un mapa con los buses que debíamos tomar, era bastante precario por lo cual comenzamos a preguntar para asegurarnos la dirección que debíamos tomar. Conseguimos que nos indicaran el primer bus que debíamos tomar, the "shuttle C", y una vez en él, nos pusimos a conversar con un "Chicano" y una morena, para que nos ayudaran a localizar el resto de los dos o tres ómnibus que aparentemente debíamos tomar para llegar a la casa en el Este de LA. De repente, el tipo nos dice que él iba muy cerca de esa dirección, que estaba por levantar un vehículo y que si queríamos nos llevaba hasta la casa!! SI! Ahí comenzó una serie de sucesos de muy buena suerte que nos han sucedido! Terminamos siendo muy compinches con el Carlos, quién resultó ser una mexicano (si...está lleno de mexicanos en California!) casado, con una hija que nació con sólo 26 semanas de gestación pero que hoy ya va a la universidad, que trabaja para el gobierno local en el desarrollo de software para los parques de la ciudad, quién en sus tiempos supo manejar unas 36 horas para llevar autos a su ciudad natal en Mexico para dejárselos a su familia, que su esposa trabajó sólo 6 meses luego de casarse porque la mujer no necesita trabajar, super amable que nos llevó hasta la puerta misma de la casa de Andy. En resumen, un genio! Qué contarles de Andy! Andy es ..... ADIVINEN! Norteamericano... pero de origen mexicano! jeje. Tiene una empresa tipo estudio contable (tax services business) en la cual realizan liquidaciones de impuestos para personas y empresas pequeñas. Su casa queda en el mismo local de la empresa, por lo tanto llegamos ahí mismo mientras Andy trabajaba. Cuando nos vio se le desfiguró la cara...se había olvidado que íbamos!! jeje. Pero todo bien, super amable nos instalamos en su casa, la cual se ingresa por medio de "la puerta secreta" que tiene en su oficina (The Boss' office) y enseguida nos fuimos a recorrer. Andy vive en el Este de LA, un barrio de latinos, principalmente mexicanos, por lo cual hasta el momento casi que no necesitamos del inglés, gente hablando en español en todas las calles y los carteles todos en español. Macanuda la people que amablemente nos ayudaba con algunas indicaciones. Hasta una viejita Hondureña que se colgó a hablar con nosotros y a preguntarnos si Uruguay quedaba dentro o fuera de EEUU...cuack! Arrancamos sin mucho rumbo dado que la verdad es que no habíamos analizado muy bien lo que queríamos hacer en LA.. fuimos al Downtown que es el centro de la ciudad. Caminamos bastante por la calle Broadway que es una de las principales, desde la 3ra a la 8va. Quedamos muy impresionados con la ciudad. El paisaje no era el que esperábamos de una ciudad que parece ser centro de actividades de entretenimiento vinculadas a la industria principalmente cinematográfica y que aloja al famoso Hollywood. Nos encontramos con un paisaje como empobrecido, calles desprolijas, carteles viejos, comercios muy bizarros de vestidos de quince pomposos y que parecían de los años setenta. Comercios que se repetían en series de Joyería-artículos chinos-comida chatarra. Mucha gente viviendo en la calle. Las imágenes nos mostraban la cara oscura de la luna. El lado triste del capitalismo. Un consumo sin color y con cartelería de neón que no siempre funcionaba. Hasta un aburrido Mc Donalds al que Tania fotografió como registro simbólico de hermosa decadencia. En resumen, nos encontramos con eso que no esperábamos, pero que nos parecía muy interesante, desafiante. Seguimos caminando por el centro y visitamos el Grand Market, un mercado de comestibles muy lindo, en donde la diversidad se hacía palpable en el propio bar de la entrada, vendiendo bebidas de todas partes del mundo, con algunos borrachines Latinos y el cantinero asiático de pelo largo. El Mercado disfrutaba de vigor. Frutas y verduras muy baratas, calabazas en miniatura y bien redondas, cebollas blancas como la nieve y frutillas muchas por us$1. El mercado cerraba al otro lado con otro bar. Éste, ya distinto, desplegaba una onda Hipster en donde un negro de rastas con sombrero de ala, un chino con camisa polo y una mujer trans compratían la barra. Visitamos una librería alucinante ("The Last Book Shop"), con miles de libros y una decoración inmejorable que tenía desde cartelitos pintados con tempera a una puerta blindada de bóveda de banco. Creo que nunca había visto una sección tan grande de libros sobre sexo (no sexualidad). Luego nos desviamos hacia otras calles y allí comenzamos a ver la ciudad moderna que nos esperábamos. Nos dimos de frente con el Walt Disney Concert Hall, que recibía a personas de las clases sociales más altas de la ciudad que se disponían a asistir a un espectáculo en un monumento arquitectónico enchapado. Es imponente y frio. El metal que lo cubre me trajo una mesada de cocina, de esas nuevas y modernas, totalmente moldeada por el fuego. Como si un incendio dejó aquellas formas onduladas, jardines en los balcones y dos muchachos que de besos llenaban los recovecos de aquel hielo gris. A dos pasos del Financial District. Esto fue disfrutable. No tanto porque nosotros disfrutáramos de las veredas lujosas, los edificios enormes de vidrios y los patios internos sin espacio para el des-arreglo. Sino porque nos habíamos alejado sólo dos cuadras desde la pobre Broadway. Dos mundos a 200 mts de distancia. Lo comparamos con la City de Londres, con Waterloo y Liverpool St, con las villas y los countries, los cantegriles y los carrascos sur. La marginalidad duerme pegada a la abundancia, aunque la segunda se rodee de hermosos jardines para no ver a su hija, su creación que tanto necesita y desprecia. Volvimos a la Broadway, a la 6ta para tomar el 18 hacia East LA. En el camino las calles en penumbras se atravesaban, se clavaban como dagas en la luminosa Whitten. Campamentos de refugiados sin la UNRA de por medio nos ignoraban al pasar. Un pueblo nómade de gente "sin hogar" que lucía la miseria del hambre, la locura escape de aquellos corredores de vidrio, cemento y flores traídas del Japón. Después de dar muchas vueltas para conocer un poco la ciudad, volvimos a la casa porque habíamos quedado de cenar con Andy y algunos de sus amigos. Nos presentó a Abel y Gloria; con el primero fuimos a cenar comida Tailandesa, y luego nos encontramos con Glorida y fuimos a un bar llamado "The Perch" en el Dowtonwn, que está en un decimotercer piso y tiene una terraza hermosa desde donde se ve gran parte de la ciudad.. un lugar precioso. El segundo día en LA nos levantamos temprano y arrancamos para Universal Studios! Una experiencia completamente diferente a la experimentada el día anterior...en este caso nos estàbamos metiendo en toda la "chuchería" de Hollywood y en un parque en donde todo es artificial y superficial. Pero bueno eso también es parte de lo que es esta ciudad, y fue una experiencia muy divertida! Además de recorrer los estudios en donde se filmaron miles de películas, y conocer algunos detalles del estilo de "behind the scenes", hay un montón de juegos de 3D que son impresionantes! Es increìble como logran que te "metas" realmente en un escenario y "vivas" esa escena...fue muy divertido la verdad!! Después de pasar gran parte del día en el Parque, regresamos a casa de Andy para despedirnos y fuimos a la estación de Greyhound a dejar los bolsos para recorrer un poco más antes de tomar el bus para San Francisco. De allí nos fuimos a recorrer la Hollywood Boulevard, que es donde están todas las estrellas de los artistas de Hollywood famosos en la calle, y es donde hay más movida turística. Las tristes estrellas en el suelo de la Walk of Fame nos marcaban el paso. La bien merecida mancha de café sobre la estrella con el nombre de Adam Sandler se parecía más una crítica exacta de su trabajo que a un homenaje del mundo del espectáculo. Shakira, Marilyn Monroe, Ronald Reagan, Michael Jackson, Bruce Willis entre otros, fueron de las pocas figuras que reconocimos. El teatro Chino con las firmas de los famosos y las huellas de sus manos en el suelo reunía a varios turistas de la vuelta. Las veredas con los clásicos artistas del aerosol que parecen haber ido todos a la misma lamentable escuela de arte (en Valizas, en Punta del Este, BS.AS, Paysandú, Londres y LA). La realidad es que nuevamente nos llamó la atención la zona, bastante descuidada y con un montón de personas disfrazadas de personajes (muchos Jhonny Dept por ejemplo) en la calle. Dimos unas vueltas y nos volvimos a la estación de la que 23.30 partimos hacia SF, no sin antes boludear lo suficiente como para perdernos el último bondi que nos llevaba a la estación, lo que ameritó que tomáramos un taxi. Siempre a las corridas.