Temprano en la mañana, a las 9:30, pasó por nosotros Gil, el guía para el tour al lado argentino de las cataratas. Al llegar a la frontera se conformó el grupo compuesto de 2 irlandeses, 2 ingleses, 2 franceses, 1 estadounidense y nosotros. Esto fue un poco tardado y perdimos algo de tiempo. Al cruzar la frontera, desde un punto el puente sobre el río Paraná, se puede observar a la izquierda Argentina, al fondo Paraguay y a la derecha Brasil.
    Al llegar al parque caminamos un trecho para tomar el tren hacia la Garganta del Diablo, que es donde terminó el paseo ayer. Cabe mencionar el hecho que el parque argentino es casi 4 veces más grande que el brasileiro. En la estación del tren nos encontramos con una pequeña manada de coatís. Bajando del tren se camina 1km sobre el rio Iguazú, para llegar a la caída principal, La Garganta del Diablo, que tiene una altura de 80m. En la parte brasileña la caída está formada por dos partes. Tuvimos un poco de suerte, ya que aunque el día no estaba soleado como ayer, el viento soplaba en la dirección contraria, cosa que nos mantuvo secos durante la caminada por la catarata. En el camino de regreso nos comentaron que en una crecida del río hace 3 meses, una gran parte del andador fue destruido, el río creció cerca de 2m, algo impresionante si se toma en cuenta que en esa parete tiene una anchura de 1km.
     Nuevamente tomamos el tren hacia el sendero superior, donde caminanos por otros 2km. Casi al finalizar este trayecto empezó a llover, así que fue buen momento para refugiarnos mientras comíamos. Luego tomamos el sendero inferior caminando otros 2km. Aquí me subí a una lancha, que nos lleva bastante cerca de las cataratas donde recibimos un pequeño "bautizo".